Cada vez se habla más sobre el déficit de vitaminas que tenemos, en este caso de los niveles bajos de vitamina D, esto aunque pueda parecer algo exagerado o alarmista lo cierto es que se trata de un problema grave que está sufriendo nuestra sociedad.
Debido al estilo de vida que llevamos, en el cual salimos de nuestra casa para ir en coche al trabajo y luego volver a nuestro hogar, las horas de exposición al sol que acabamos teniendo son realmente bajas por no decir nulas.
Este problema se ha visto acrecentado en los últimos años con la creación de nuevos perfiles profesionales que pueden desempeñar su labor desde el hogar, dando como resultado un “confinamiento” que perjudica a nuestra salud a muchos niveles, en los cuales se incluye la vitamina D.
¿Qué es exactamente la vitamina D y para qué sirve?
Esta famosa vitamina tiene dos formas en las cuales podemos encontrarla, hablamos de la vitamina D3 (colecalciferol) y la vitamina D2 (ergocalciferol). En cualquier caso, se trata de un nutriente fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo, ya que si hubiera ausencia de dicha vitamina empezaríamos a tener problemas derivados de dicha carencia.
La vitamina D está involucrada en varios mecanismos, entre los que podemos mencionar los siguientes:
Regulación del metabolismo del calcio. Esta regulación del calcio es muy importante pues gracias a la vitamina D se puede regular la absorción del mismo en el intestino o la excreción del calcio en los riñones.
Regula la multiplicación celular. Este probablemente sea el principal motivo por el cual se han hecho y se siguen realizando estudios para ver la relación directa del déficit de vitamina D con la probabilidad de sufrir un cáncer.
Sistema inmune. Es una parte fundamental para ayudar a nuestro sistema inmune a realizar su actividad de forma normal y sin tener problemas.
Mejora la secreción de insulina. Lo cual es muy interesante en personas con problemas de diabetes.
Regula la actividad apoptótica. Esta actividad conocida también como la muerte celular, es necesaria regularla ya que es importante en el buen desarrollo, crecimiento y control del tisular.
¿Dónde podemos encontrarla?
La fuente más conocida de vitamina D a nivel mundial es sin lugar a dudas la luz solar, por este motivo la población que vive en zonas con climas fríos en los cuales hay pocas horas de luz suelen tener muy bajos los niveles de esta vitamina. Por lo que algo muy interesante, sobretodo para las personas que viven en climas cálidos es estar expuestos a la luz solar todos los días.
Dejando de lado la exposición al sol, los alimentos son otra de las fuentes clásicas que pueden suministrar la vitamina D, los más adecuados por sus altos niveles de D3 son los siguientes:
Pescado azul, concretamente los que tienen un tamaño inferior son los más ricos en esta vitamina, unos ejemplos serían la caballa, anchoa o la sardina. En este grupo también es importante mencionar algunos pescados más grasos como son el salmón.
Mantequilla y huevos, ambos alimentos son ideales para aumentar nuestros niveles de D3.
Las setas, en este punto es importante remarcar que no vale cualquier seta, es necesario aquella seta silvestre que ha estado expuesta al sol ya que de lo contrario no tendría los nutrientes que buscamos.
Fruta y verduras, ambos son excelentes en este ámbito pero no todos son perfectos, la fruta ideal en este sentido es la pera, el aguacate y de verduras tenemos el apio, el brócoli, el repollo, pimiento rojo e incluso el perejil.
Suplementos de vitamina D. En el mercado se comercializan todo tipo de vitaminas por lo que no es nada complicado encontrarlo, no obstante es necesario consultar con un médico antes de ingerir cualquier tipo de suplementación.
Cómo comprobar nuestros niveles
En el caso de creer que puedes sufrir de un déficit de vitamina D a causa de tu rutina diaria o por llevar una alimentación poco balanceada, lo ideal es acudir a un médico para solicitarle un análisis de sangre en el cual se mida específicamente este parámetro.
Para tener un dato de referencia debes saber que los niveles ideales son aquellos que se encuentran por encima de los 30ng/ml, por debajo de esta cifra se considera que el paciente tiene un déficit y si la cifra se encuentra por debajo de los 20ng/ml estaríamos ante un caso grave, el cual debe tratarse de inmediato para evitar futuras complicaciones.